viernes, 20 de julio de 2012

FENÓMENO FAN EN LA LITERATURA


EL FENÓMENO FAN EN LA LITERATURA

Lo cierto es que de un tiempo a esta parte vengo dándole vueltas a este tema. Me parece que a estas alturas es de todos sabido el gran revuelo que se ha formado con la saga Crepúsculo y Los Juegos del Hambre. Fans enloquecidas (ojo al femenino, lo uso porque en su mayoría son mujeres, aunque tengo constancia de hombres entre los fans de Los Juegos del Hambre) que gritan y claman por sus personajes favoritos, que sacan las uñas si se te ocurre meterte con la novela y que reaccionan de forma alarmantemente exagerada cuando sale una nueva película de los libros. Esto lo he visto sobre todo con Crepúsculo, habrá que ver si los fans de Los Juegos del Hambre llegan hasta estas cotas.

A mi no me miréis, yo no tengo la culpa
Quizá os preguntéis por qué hablo del fenómeno fan en la literatura si resulta que esta locura se ha desatado por las películas y hay fans de las mismas que no han llegado a leerse los libros. Lo cierto es que, quieras que no, ha producido cierto golpe en el mundo de la literatura. Los hay que se echan las manos a la cabeza cuando se hace una película de un libro, a pesar de que este pueda gustarle, temiendo por fans que puedan imposibilitar el ver la película en paz y que la desprestigien con un comportamiento pueril. Esto seguramente sea lo que más moleste, ya que otras personas que tengan conocimiento de que a ti te gusta ese libro y has ido a ver la película, pueden pensar que tú eres igual que estos fans tan molestos y puedas llegar a tener un comportamiento similar. Esto lo he visto precisamente con Los Juegos del Hambre, fans que no quieren que se les relacione con las adolescentes enloquecidas.

Por ejemplo, van a hacer una película de la saga Cazadores de Sombras, saga que me gusta bastante y ya me estoy temiendo lo peor, sobre todo porque las primeras discusiones que he visto es sobre si los actores que hacen de protagonistas están lo suficientemente buenos para interpretar a los personajes del libro (¿soy la única que se pregunta sobre cómo harán a los demonios de feos, cómo serán las extrañas criaturas que pululan por la saga o cómo caracterizarán a los personajes más excéntricos, misteriosos o carismáticos? Decidme que no).

Sin embargo esto no ha sido siempre así. ¿Os acordáis de cuando se estrenaron las películas del Señor de los Anillos? Los había que llegaban incluso a disfrazarse, pero luego en la sala silencio sepulcral. Nada de grititos cuando salía el guaperas de Legolas haciendo skate en pleno ataque orco o por la trompa de un elefante. O cuando Aragorn hacia su entrada triunfal chorreando de agua, recién salido del mundo de los muertos en el que en realidad no había estado. En Harry Potter tres cuartos de lo mismo, lo máximo que llegué a oír fue un par de comentarios de la parte masculina (sí, la masculina) sobre Hermione en las últimas películas.

No negaré que fuera de la sala no se hicieran comentarios sobre si Legolas era más guapo que Aragorn o viceversa. ¡Eh! Estábamos en la edad (unos catorce años creo recordar), y al rato nos encontrábamos haciendo chistes sobre los Nazgûl, las cacerolas de Sam, sobre lo limpios que estaban los elfos cuando todos estaban de mugre hasta las cejas, Gimli, y rememorando las escenas más épicas. Eso sí, dentro ni mu. Silencio absoluto.

Ah, pero, ¿qué no era esta la convención sobre la batamanta?

 Está claro que los libros de Crepúsculo y el Señor de los Anillos no fueron concebidos de la misma manera, pero aun así confieso que me siento un tanto perpleja. Harry Potter ha terminado y lo que está siguiendo son novelas que, o son como Crepúsculo o se terminan enfocando como si fuera Crepúsculo aunque en realidad no lo sean. De ahí el miedo a que salgan películas de libros en este momento.

Pero volviendo al fenómeno fan en la literatura, lo cierto es que ahora se ha hecho más visible gracias al cine. ¿Acaso no nos gustaba leer antes hasta el punto de discutir por libros, personajes, manías y preferencias? Lo que pasa es que antes era algo como más secreto, más personal, algo de lo que debatías encantado cuando encontrabas a alguien que se había leído el libro que tanto te había gustado, comentándolo con tu grupo de amigos o, cuando apareció internet, en foros y/o en blogs. La verdad es que, para ser algo que muchos consideran que es de marginados, es un fenómeno que mueve y junta a muchísima gente alrededor del mundo (entenderéis este comentario si en vuestra juventud os miraban raro al decir que te gustaba leer, cosa que a mí me pasó mucho).

 
Esto sí es amor y no lo de Crepúsculo


El fervor, además, no era más pequeño ni mucho menos. Volviendo atrás en el tiempo recuerdo que se podían armar unas trifulcas increíbles en los foros por discusiones sobre libros. El que más recuerdo es uno sucedido entre fans de Memorias de Idhún, de Laura Gallego. En este libro aparecen dos personajes llamados Jack y Kirtash, y ambos tenían sus respectivos foros por lectores a los que les gustaban mucho estos personajes que se llevaban a matar, casi tanto como algunos que los defendían y atacaban al otro. Es decir, este tinglado no ha aparecido ahora, ya existía, lo que pasa que ahora es más visible gracias a las películas, aunque en general se siga ignorando lo que pasa con fans de otros libros, de los cuales solo puedes tener noticias por internet. Aunque lo cierto es que nunca he observado a nadie llegar a los extremos de Crepúsculo, ni tampoco he visto discusiones tan enfebrecidas por libros, a mi parecer, tan dudosos ni con personajes con tan poca chicha. Volviendo al ejemplo anterior,  Jack y Kirtash tenían algo que ofrecer, un buen fondo y mucho por donde coger, cada uno a su manera, pues en carácter eran diametralmente opuestos. Esto es lo que explica este enconado enfrentamiento por la defensa del favorito, ya que eran tan diferentes que si te gustaba mucho uno había una gran tendencia a que el otro te cayera mal. Eso sí, que nadie se piense que los estoy comparando con Edward y Jacob, jamás se me ocurriría semejante barbaridad. 

Kirtash era mi favorito, pero no veía el porqué de semejante disputa

 Con todo, tengo la sensación de que ahora se  habla más de libros que nunca, y creo que en parte se debe a las adaptaciones que se han hecho en el cine. Ojo, no es que antes no se hablara, sin embargo ahora parece más visible y más aceptado, o es la impresión que tengo yo ahora.

¿Qué opináis vosotros? ¿Cómo creéis que es el fenómeno fan en la literatura?

4 comentarios:

  1. Pues a mí no me disgusta que las películas y series "comercialicen" un libro. Ayuda a que gente que no ha tocado un libro en su vida, le dé por la lectura y se crean muchos más debates por la lectura.

    Lo malo es lo de siempre: "fans de pacotilla". Sobretodo esas féminas que lo ven cómo una passarella de actores guapos y atractivos. Quien es el más guapo y bla bla bla.

    Pero si cogemos lo malo y lo bueno, creo en la balanza, creo que el fenómeno fan hace más bien que mal a la literatura.

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    1. ¡Gracias por comentar! A mí tampoco me disgusta que haya películas y series, lo que me molesta son precisamente esas "fans de pacotilla". Si el cine o la televisión hacen que la gente lea más, ¡estupendo! Pero también creo que existe ese fenómeno sin necesidad de pantalla, solo que no tan exagerado.

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  2. Antaño era más idealista, y, por ende, elitista, y pensaba que era negativo traer a un mundo concreto (el género X, el Y o el Z) a gente que no se había interesado antes por ello. Digamos que lo entendía como una forma de corromperlo, o eso creo ahora, con la distancia de los años. Ya con alguna canilla asomando a mi melena me veo en la obligación de desmentir aquello y afirmar que, aunque siga siendo algo elitista - literariamente hablando -, es necesaria esta fusión con cine y televisión para garantizar la supervivencia y proliferación de determinadas lecturas.

    Está claro que, salvo casos contados, por muchas adaptaciones cinematográficas históricas o de clásicos que se hagan no va a aumentar el número de lectores de aquellos originales que atestan nuestros anaqueles, pero en determinados géneros se establece una relación directamente proporcional entre el auge de la serie/televisión de turno, y el libro en cuestión del que aquélla emana.

    Sea como fuere, lo cierto es que fanáticos ha habido siempre, en todos los campos, y sinceramente, como en la religión y en el amor, considero que aquel que cree a pies juntillas que lo que defiende es lo único "santo", lo "mejor", nunca ama aquello que dice adorar. Por ello apenas les presto atención y ya no me molesto en pensar si desprestigiarán o no aquello que yo SÍ amo. Porque a fin de cuentas es todo cuestión de juicios - o d falta de ellos -, y como con el tiempo uno aprende, da igual cómo "se comporte uno", cada cual pensará lo que le plazca. Por tanto, ¿condiciona la opinión de catro o de cuarenta mil borregs la "realidad" de un libro - o de cualquier ota cosa - que analizamos? Creo que no. Por ello, desde aquí aprovecho para animar a que cada cual lea y opine libremente sobre cuanto llega a sí, y que, si puede, lo haga siempre desde el respeto y un mínimo criterio.

    Que tengas un buen día. Ya seguiré leyendo ;-)

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  3. ¡Muchas gracias por tu comentario! Y qué bien escrito y completito.

    Tienes mucha razón, la verdad es que al final lo importante es que te guste a ti, aparezcan los fanáticos de turno o no, pero es curioso observar estos fenómenos. No puedo evitar observar cómo se relacionan los libros con sus lectores y con el mundo en general, o cómo se difunden. Nunca se me hubiera ocurrido pensar que libros llevados al cine desatarían semejante locura.

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